La casa Ossa se posa sobre las frías e imponentes montañas de Santa Elena a las afueras de la ciudad de Medellín, fusionando conceptos de la Arquitectura moderna junto con los conocimientos de la construcción tradicional se logra darle fluidez a los espacios colectivos como privacidad a los espacios individuales para el goce de cada uno de sus habitantes.

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Se compone de dos niveles que cuentan con una amplia zona social cuyos personajes principales son la chimenea que eclipsa la sala de estar concentrando la familia en torno a la protección del fuego, un comedor para 12 personas con el fin de reunir a toda la familia típica Antioqueña en fechas especiales y una gran pecera que ofrece un ambiente de relajación a su vez que limita los espacios sin necesidad de dividirlos de manera radical.

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El segundo nivel responde a las necesidades generales del hogar con una habitación principal dotada de baño privado, un vestier lineal y espacio de multimedia, 2 habitaciones generales, gimnasio espacio de estudio y un vacío que relaciona ambos niveles con el exterior de la vivienda.

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Los materiales utilizados para esta invocan la importancia del aspecto contrastante frente al paisaje natural como sus propiedades frente a la inclemencia del clima con el fin de capturar la radiación del día y distribuirla de forma uniforme durante la noche.